Una más con dificultades, y no será la última. Esta conocida empresa constructora de ámbito nacional ha dejado de pagar a sus proveedores desde el pasado mes de noviembre. Sus empleados, que rondan los 2.000, lo saben, y están muy preocupados, porque los ajustes de personal o el concurso de acreedores podrían estar cerca si no mejoran las cosas. Y puede pasar de todo excepto que las cosas mejoren.
Confiemos en que encuentren una solución o que algún político ‘amigo’ les recomiende a algún banco.
Todo sea por los empleados.
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