Otra empresa menos, y van… Cuando los costes son elevados y las ventas no acompañan, esto es lo que pasa. La crisis sigue pasando factura a marchas forzadas, a grandes y pequeños, y la pertenencia a grupos empresariales de prestigio no es garantía de nada, sino todo lo contrario.
Confiamos en que los trabajadores despedidos encuentren pronto buen acomodo, porque las oficinas del INEM no dan más de sí.
¿Será la última en desaparecer de los quioscos? Mucho nos tememos que no.
Los comentarios están cerrados.