Esos lodos traen estos barros. Con una pésima política comercial, una peor estrategia empresarial y una total falta de ideas y de inversión, pensando que haciendo siempre lo mismo todo va a funcionar bien, esta empresa y, lo que es más grave, sus verdes e inexpertos directivos, está atravesando uno de sus peores momentos económicos y profesionales.
A la falta de clientes, a la bajada de facturación, a la nefasta dirección, hay que añadir un pésimo clima laboral caracterizado por la marcha de profesionales y la mano dura como única respuesta por parte de la propiedad.
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