¿Qué ocurre cuando se hacen mal las cosas y, además, se pretende cobrar como si se hubieran hecho bien? Pues que a algunos les terminan sacando los colores, como a éste proveedor de selección. Porque el cliente, conocida entidad financiera, se ha dado cuenta del ¿“error”? y ha obligado a ésta compañía a limpiar esta mancha.
Luego echarán la culpa a la crisis económica o a todo bicho viviente que se mueva para justificar la pérdida de ventas y clientes, y argumentarán que, pese a todo, siguen cabalgando…
Algunos tendrían que sonrojarse, pero ni eso.
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