Lo fácil es decir que sí y embarcarse en acuerdos que, desde un principio, parece que no se pensaban cumplir. El problema surge cuando esos incumplimientos afectan a terceras empresas que si afrontan lo pactado de manera impecable.
Y es que ya se sabe, no siempre se acierta a la hora de elegir compañeros de viaje
Los comentarios están cerrados.