La cuesta de enero parece no haber terminado para esta compañía, que ha prolongado la misma durante el mes de febrero debido, según los entendidos, a una mala gestión económica y comercial. Esta circunstancia ha obligado a la empresa a suspender los pagos a todos los proveedores.
¿Será que la psicología esta reñida con una buena gestión económica, o es que la bisoñez de algunos directivos impide tener previsiones a medio plazo?
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