La trabajadora solicitó reducción de jornada por cuidado de su hija recién nacida, y escogió hacer una jornada continua. La empresa, sin embargo, a pesar de ser un derecho recogido en el estatuto de los trabajadores, le negó tal posibilidad, argumentando que trabajar más de 7 horas seguidas podía ser perjudicial para su rendimiento.
Una vez conocida la sentencia, la empresa ha sido condenada por impedir a esta trabajadora concretar su horario de trabajo y conciliar así su vida laboral y personal.
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