Como suele suceder en estos casos, compras de compañías por otras empresas, las cúpulas directivas suelen ser las primeras en salir para que los nuevos propietarios tomen cuanto antes el control; más aún tratándose de entidades financieras de renombre.
A nuestros dos protagonistas les quedaba bastante poco en el gallinero, y prefirieron ser ellos los primeros en dar el paso. Un buen fajo de billetes hizo el resto.
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