Y es que la crisis no empezó ayer. Es más, parece ser que sus nuevas aperturas están teniendo dificultades por el bajón de ventas del sector inmobiliario y la escasa ocupación de las zonas de influencia. Por dicha razón, los 26.000 empleados que trabajan en esas nuevas zonas están comenzando a sentirse nerviosos, y la empresa también.
Que llegue pronto la recuperación.
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