Aunque la experiencia es un grado, el reciente anuncio de fusión entre dos grandes multinacionales ha dejado un sentimiento de intranquilidad en parte de la cúpula directiva de una tercera empresa, que, aunque ya sobrevivió a experiencias similares en el pasado, no las tiene todas consigo en el presente.
Nos preguntamos qué mensaje de tranquilidad van a transmitir a sus empleados si ya empiezan a mostrar nerviosismo desde arriba.
A la tercera va la vencida.
Los comentarios están cerrados.