De cara al exterior, la escena podría venderse como una nueva técnica de adaptación al terreno o de cualquier otra herramienta innovadora de gestión de equipos, coaching o formación. Según los empleados, es una simple cuestión de espacio. Es, según dicen, el minipiso de las oficinas.
En cierta ocasión, algún visitante ha llegado a impactar la puerta de entrada contra la rodilla de alguno de los allí reunidos. Sus recursos humanos ya se toman la escena como si de una película de humor se tratara, confiando en que llegue el momento de cambiar de sede.
¿Será pronto?
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