Curioso el perfil de este individuo, cuya personalidad debería ser evaluada –no con sus propias herramientas por ineficaces- para formar parte de los anales de los Recursos Humanos y de la Psicología Industrial.
Y es que las ferias profesionales de Recursos Humanos dan para mucho, sobre todo para anécdotas hilarantes como esta: Un individuo, “gerente” de una empresa de herramientas de evaluación –entre otras cosas-, se acerca al stand de un expositor para "sacarle" información, información que luego facilitaría a un “amiguete” suyo competencia del “espiado”.
Cómo sería la película que montó que, al darse cuenta de que el imaginario relato había sido escuchado por uno de los supuestos protagonistas del mismo –inicialmente fuera de su campo de visión-, dio media vuelta, colorado como un tomate, y desapareció.
De hecho, cuando comprobó que volvía a Madrid –desde Barcelona- en el mismo avión que ese representante de los “espiados”, hizo florituras para no coincidir con él en la cola de embarque.
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