Ahora que está de moda otra vez el deporte del baloncesto gracias al mejor equipo del mundo –que acaba de conseguir una meritoria medalla de plata-, nos viene a la memoria una anécdota ocurrida durante la pasada temporada en la ACB.
Un histórico club de la liga española de baloncesto, en crisis de resultados y juego, con bastantes posibilidades de descender de categoría, contrató los servicios de una empresa para “coachear” a su entrenador. Por lo visto, este buen profesional no era capaz de hacerse con las riendas del vestuario debido, según dicen, a unos elevados niveles de exigencia con los jugadores, que, por otra parte, no se convertían en resultados positivos.
Según nos cuentan, el entrenador no acabo la temporada, fue cesado antes de que el coaching se pusiera en marcha. Al menos el equipo se salvó.
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