Como en la televisión y en los mítines políticos: bocadillo, calderilla y a aguantar unas cuantas horas. La previsión era llenar la sala con 100 asistentes, para satisfacción de la cúpula directiva y de los políticos que allí iban a estar. Pero a medida que se acercaba el día lo veían más complicado.
Decidieron contratar gente para llenar la sala a 30 euros por cabeza. Con un simple cálculo nos damos cuenta de que el coste para 100 asistentes es de… Sólo consiguieron 40, que a 30 euros per cápita el coste es de… 10.000 euros.
Sí, 10.000 euros por 40 personas que aguantaron durante 5 horas de acto. Punkies, amas de casa, recursos humanos de la propia fundación –estos gratis- y demás fauna urbana hicieron de oyentes durante todo el evento. Los ponentes soltaban su speech creyendo que delante tenían gente realmente interesada en lo que estaban diciendo. Inocentes ellos.
Lo que no sabemos es dónde compraron los responsables la calculadora para llegar a la conclusión de que 40×30 = 10.000, y a qué manos irían a parar los 8.800 euros restantes.
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