Según nuestro confidente, su estrategia es muy simple: esperan a ver los anuncios de reclutamiento que se publican en los periódicos dominicales, llaman a todas las empresas clientes cuyo logotipo aparece en la oferta de empleo de la consultora, las ofrecen trabajar en paralelo a éxito -si no cubren el puesto no cobran-, prometen el oro y el moro y bajan porcentajes de aplicación con tal de conseguir, con unas artes poco éticas, nuevos clientes.
Hay, en plural, algunas empresas a las que su manera de trabajar debería hacerles pensar, porque aparte de no conseguir robar los clientes, entre otras cosas, existe un respeto al mercado que implica no tirar precios ni utilizar malas maneras para lograr ganar cuota.
Lo grave es que, además, alguna de estas empresas va de multinacional por la vida.
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