A pesar de su buena gestión, en líneas generales, la política tiene estas cosas. Su buen hacer no ha tenido el premio que se hubiera merecido, sobre todo habiendo ganado de calle su partido las elecciones. Según nos dicen, las relaciones con el escalafón superior no eran lo suficientemente fluidas como para continuar en el cargo. Un exceso de petulancia podría ser la causa.
No pasa nada, salidas profesionales no le faltarán en caso de cumplirse los peores vaticinios.
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