Muy mal está la función cuando los más importantes directivos creen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Nuestro protagonista, directivo de reconocido prestigio en conocidísima empresa de alimentación de reconocido prestigio, con brillante carrera multinacional y talento a raudales, confesaba que prefería su etapa anterior como jefe de planta que su puesto actual de mandamás de los recursos humanos en esta empresa de primera fila.
Según nos cuentan, alegaba que cuando era jefe de planta por lo menos mandaba en esa planta; ahora, como director de RRHH, todo el mundo sabe de recursos humanos, todos intervienen en las decisiones de recursos humanos y, al final, recursos humanos es vilipendiado por todo bicho viviente.
Lo malo es que no es un caso aislado.
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