Según nos cuentan nuestros confidentes, una de las principales Caja de Ahorros decidió hace más de un año desarrollar, como proyecto estrella del departamento de recursos humanos, una herramienta que ayudara a mejorar la detección del talento de su numerosa plantilla.
Dicho y hecho, cuando se ponen a buscar proveedores, y después de una selección rigurosa, deciden poner en manos de una de las empresas oferentes la totalidad del proyecto ya que, en un principio, pensaban que sería la más idónea para ello.
La sorpresa saltó cuando la importante entidad financiera descubrió que la compañía aspirante estaba atravesando por serios problemas mercantiles que ponían en entredicho y cuarentena cualquier inicio del proyecto ya que, entre los posibles problemas, estaba el de su disolución y desaparición.
En el mientras tanto, y tras ofertas, palabras, reuniones, promesas, todo sigue pendiente en lo que a la parte mercantil se trata, pero en lo que a la parte empresarial se refiere todo va mucho peor, ya que los problemas se van acumulando vestidos de una rotación de más del 20% en lo que va de año, una pérdida de los atributos que le hacían diferente respecto a sus competidores, y el cambio integral de su estilo, que está logrando que en el mercado se observe con mucha precaución el futuro del que, desde hace seis meses, era el proveedor elegido por la Caja.
El proyecto parado y muchos proveedores, con la misma o superior calidad, pero sin problemas empresariales y mercantiles, deseosos de llevarlo a cabo.
¡Esa es la elección!
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