Según nos han informado fuentes muy fidedignas, la corrupción ha terminado, por lo menos, en este caso. El famoso empleado informático conocido como el comisionista ha finalizado sus días como trabajador de esta empresa de productos de selección y evaluación.
Aunque mucho ha tardado la empresa en tomar la decisión, por considerar al comisionista como un elemento estratégico, contentos deben estar los proveedores por no tener que incluir sobresueldos en sus negociaciones comerciales.
Pero ya se sabe, extirpar un tumor no significa eliminar el cáncer; en este caso, muerto el perro continúa la rabia, ya que no es el único caso conocido en la empresa, aunque en otros departamentos.
Otro problema añadido a los muchos por los que esta, otrora excelente y ex multinacional empresa, está pasando.
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