Según nuestro confidente, tan poco es lo que pinta a la hora de tomar decisiones de contratación, formación y desempeño, ya que no se mueve un dedo en la empresa sin que lo autorice dirección general, que el chascarrillo preferido entre los empleados de la compañía es que su papel es el de mera secretaria, en lugar del de una auténtica directora.
Lo que no es el mismo es el salario, ya que éste sí que es de directora.
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