El arco iris, pero al revés, se le presenta a esta compañía de psicólogos que, desde hace tiempo, ve el futuro bastante negro. De novela rosa se podrían calificar los desamores que han venido padeciendo sus socios entre sí. Rojo es el color de los rostros de los directivos que, hasta hoy mismo, habían ocultado a sus empleados el rumbo que estaba tomando la empresa. Y de color naranja, y también bastante gris, el panorama corporativo que se les avecina a muy corto plazo.
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