Aunque estamos acostumbrados a ver como las grandes corporaciones suelen llenar sus inmensas salas de juntas de muebles y ornamentos que, más que simple mobiliario, parecen obras de arte, resulta curiosa la manera de decorar de una conocida empresa española.
Si se trata de comprar mobiliario o enseres para la “alta dirección”, no importa el importe a gastar, los altos ejecutivos tienen que estar cómodos; si es para los cargos intermedios, se puede acudir a IKEA, que son bonitos y baratos. Y si es para los auxiliares administrativos, operarios, recepcionistas… con muebles de segunda mano se apañan.
Otra cosa es el talento decorativo. Según nos transmiten, los muebles de segunda mano suelen ser más bonitos que los de los altos ejecutivos, incluso algún integrante de las altas esferas ha pedido, para su próxima remodelación de despacho, que sus muebles se los compren de ocasión.
¿Buen gusto o solidaridad con las bajas esferas?
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