Tras arduas negociaciones, tensiones, estrés y demás vicisitudes por las que tienen que pasar los profesionales de la venta, este comprador de servicios de recursos humanos –directivo él- es una dura guinda con la que puede encontrarse cualquier comercial.
Después de ajustar el precio al máximo para conseguir esta cuenta multinacional, después de cerrar aparentemente el acuerdo, este director de recursos humanos suele reclamar una rebaja adicional del 15 por ciento por el simple hecho de convertirse en proveedor de su empresa.
La marca que da fama al proveedor tiene que pagarse.
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