Ponerse delante de las cámaras no es santo de devoción para todos. En el caso de esta directora de Recursos Humanos, que siempre insiste en la importancia de dar la mejor imagen de sí misma, le resulta demasiado complicado sentirse cómoda en una entrevista grabada. Por eso ha insistido y ha pedido repetir las preguntas y las fotos una y otra vez. Y es que, hasta que no se siente segura y a gusto consigo misma, todo el mundo tiene que pararse a su alrededor hasta que todo esté perfecto bajo su punto de vista.
¡Luces, cámara, acción! Y un espejo cercano.