Esta directora financiera tiene la habilidad, como el animal, de cambiar no ya de color, sino de opinión o de estrategia constantemente, de ahí que sus subordinados le hayan apodado como ‘La Camaleón’.
Le da lo mismo tener que volver a empezar un proyecto de cero una vez iniciado, o provocar un cambio tras otro con la consiguiente pérdida de tiempo y recursos que ello conlleva. Es fiel a sus opiniones e insiste en que las cosas se hagan tal y como ella pide.
Lo bueno es que, al final, siempre suele tener razón y obtiene grandes resultados.
Y tú, ¿tienes apodo?