El casual wear de los viernes estaba implantado desde hace muchos años, cuando la empresa estaba en mejores manos, con la única condición de no ir a la oficina en ropa vaquera, y mucho menos, rotos y desgarrados como en la moda actual.
Con el cambio de liderazgo, se ha pretendido vender entre los empleados que la permisión con los jeans es un gran avance social y una clara mejora de sus condiciones laborales.
Para este directivo tan arcaico, el teletrabajo debe parecerle chino.
¡Y es que de donde no hay, no se puede sacar!