Solo los verdaderos clásicos conocen los grandes almacenes comerciales Simago, esos que estaban ubicados en lo que las generaciones más jóvenes quizá llegaron a conocer como las galerías Preciados. ¡Qué tiempos!
Este secretario general es conocido como ‘Simango’ por un divertido juego de palabras que hace mención a la mano larga que tenía en su juventud, ya que era capaz de llevarse sin pedir permiso palas de ping pong, pelotas… Y un sinfín de objetos con los que pudiese jugar con sus amigos en la calle.
Pero el tiempo pasa y los malos hábitos desaparecen o, al menos, ¡en eso confiamos!