A veces en las comidas con los compañeros de empresa surgen temas de lo más aleatorios. Pasar de hablar de la receta favorita de uno a los recuerdos de su último viaje de otro hasta que llega la temática más polémica y fascinante a partes iguales: la religión.
Por eso, este director general no ha desaprovechado la ocasión de aportar su granito de arena en este interesante debate: ¿hay algo ahí arriba? Mientras que algunos presentes aprovechaban la ocasión para escabullirse y volver a sus puestos de trabajo, solo los más valientes se quedaban a debatir sobre la temática. Y es que filosofar e indagar en teología no es santo de devoción de todos.
¡Amén!