Sí, como lo oyen. Este director de RRHH asegura ser alérgico a la calefacción, al aire caliente que ponen en su oficina para calentarse en estos días de invierno. Más allá de la irritación en los ojos, algo más o menos normal, sus síntomas van desde el picor constante en la nariz, pasando por constantes estornudos, tos y cansancio general. No le queda más remedio que controlar a sus compañeros, tener el mando del aire bien a mano y no pasarse con ese ‘viento sur’ que llega desde los aparatos.
¡Si es que sigue sin estar acostumbrado al calor…!