Nunca es suficiente para ella y cada vez quiere más y más y más. Si la comparásemos con algún animal, en la fauna marina sería el tiburón: siempre al acecho, pendiente de sus presas y dispuesta a atacar. Pero no os asustéis, se trata de un tiburón ‘inofensivo’, ya que emplea sus artimañas simplemente para conquistar, para enamorar, y llevarlos a su terreno… Y su gran arma, al igual que este temido pero enigmático animal, es la boca, aunque, en su caso, nuestra protagonista no tiene dientes afilados, sino una lengua inagotable. Su mayor ataque son las palabras, y cuidado porque como te pille cerca no te será fácil huir. Nunca te dará esa oportunidad, porque sus palabras, sus frases y sus risas te atrapan y encandilan.
Toda una ‘fiera’ del sector.