Renovarse o morir. Al menos eso dicen los adictos a las tendencias. Según parece, este grupo de directivos ha decidido aprovechar el momento y usar unos ahorros para adaptarse a los nuevos tiempos y darle un lavado de cara a su oficina, que ya lucía demasiado antigüa. Después de una remodelación que duró todo el verano y el nuevo mobiliario parece otro lugar completamente distinto. Aunque haya costado mucho tiempo y esfuerzo, han conseguido una flamante renovación con la que los trabajadores van hasta de mejor humor a trabajar, para que luego digan que el entorno no influye en tu humor.
Así que, recuerda: renovarse o morir.