Los purés, las cremas, los bollos, yogures… Cualquier alimento que pueda comer un niño también lo puede comer un adulto y es de lo más habitual. Pero hay algunas excepciones, o al menos si lo comparas con lo que puede ser considerado más «normativo» para la sociedad. Y es que este director de Culture and Talent ha confesado ser un auténtico fanático de nada más y nada menos que los potitos. De todos los sabores. Además asegura que en la mayor parte de las ocasiones que come fuera lo hace a base de menús infantiles. Las compotas y los potitos son sus favoritos, tal y como ha indicado.
Cada cual tiene sus gustos, desde luego que más sano y menos copioso es y, además, mucho más barato. ¡Que aproveche!
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