El estrés en el trabajo cada vez es algo más frecuente y se visibiliza más que en el pasado. La ansiedad y la depresión ya no son un tabú y los empleados de las organizaciones buscan nuevas soluciones, algunas un tanto excéntricas. Además si al estrés del trabajo le sumamos el estrés de los asuntos personales todo deriva en un malestar tanto psicológico como mental. Por ello, esta importante directora de Recursos Humanos ha decidido hacer las maletas, apagar el móvil y marcharse de retiro espiritual en las montañas.
Rodeada de la naturaleza y aprovechando los resquicios de buen tiempo que aún nos quedan, se ha olvidado de todos sus problemas y ha regresado como nueva, dispuesta a comerse el mundo. Allí ha conectado con la naturaleza, ha hecho meditación y se ha dejado llevar por el misticismo de las montañas y de las actividades del retiro.
¿Cómo le sentará volver a enfrentarse a la realidad después de tal merecido descanso? ¿Perderá la estabilidad que ha conseguido recuperar o se dejará volver a llevar por el estrés y los trabajos contrarreloj?
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