Es lo que tiene el mundo actual: un día estás gestionando talento y al día siguiente te ves, tijeras y pegamento en mano, haciendo labores de plásticas y manualidades. Las necesidades del momento han convertido a estos dos directores de RRHH en alumnos de la asignatura preferida de muchos en colegios e institutos. Les ha tocado aplicar la precisión, la creatividad y, sobre todo, la paciencia. El resultado no ha sido excelente pero el objetivo está cumplido.
¿Qué les tocará hacer la próxima vez?
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