No. No es porque él lo diga sin más, ni porque haya pasado una estrella fugaz frente a él y su deseo se hubiese cumplido. Además, tampoco será sancionado. Y claro, está feliz. No es para menos porque, ¿quién no ha deseado olvidarse de los parquímetros, moverse en coche por la ciudad y aparcar en cualquier lugar? Pues él lo ha conseguido. ¿Cómo? Gracias a su nuevo vehículo. Y no, no es un patinete. La cosa es aún mejor: se trata de un coche eléctrico. Una tendencia que arrasa entre los grandes líderes.
¡Prendan motores!
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