En los eventos, como en las grandes celebraciones, podemos encontrarnos todo tipo de perfiles: el callado, el extrovertido, el amante del buffet…y el fiestero al que nunca verás con las manos vacías. En esta cuarta edición del HR Innnovation Summit, un caballero entre tanta multitud acudió para cubrir el evento, sin embargo, más que cubrirlo lo consumió. Y es que, de las casi 10 horas que duró el evento, nunca le verías sin una copa o un canapé en la mano. Era la comidilla por los pasillos porque, además, nadie era capaz de identificar de dónde venía ni hacia donde se dirigía, ni siquiera era conocido por la inmensa mayoría…
¿Queréis saber cómo acabó? Cerrando el Círculo de Bellas Artes. Si por el fuese se hubiera quedado de ‘afterwork’ muchas más horas tomando unos gintonics, sin embargo, terceras personas tuvieron que acercarse a él para invitarle, amablemente, a salir de aquel espacio. ¿Dónde acabaría? Nunca lo sabremos, o sí.
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