El periodo vacacional tiene muchas cosas buenas: descanso, desconexión, relax, familia, playa… Pero no siempre todo es de color de rosas. Y sino que se lo digan a nuestro protagonista quien, en plenas vacaciones, ha tenido que interrumpir su tradicional paseo por la playa para acudir de urgencia al dentista para arreglar un pequeño gran problema en una de sus muelas. No sabemos si habrá sido por los excesos de las vacaciones o simplemente cuestión de mala suerte. Lo que sí sabemos es que ha sido un contratiempo en plenos días de asueto.
¡Con lo desagradable que es ir al dentista…!
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