Hoy, sin duda, representa a miles de madrileños. Entre las horas laborales, la conciliación familiar, el tiempo invertido en traslados y el mero hecho de dedicar minutos para comer va a provocar que este director de RRHH tenga que aprender a ingeniarselas para conseguir ir a votar. Como les ha ocurrido a muchos, que el día electoral caiga en día laborable ha sentado como un jarro de agua fría… Sin embargo, a pesar de las dificultades a las que tenga que enfrentarse en el día de hoy, este director lo tiene clarísimo: votará sí o sí. ¿Cómo y cuándo? Eso ya será un misterio.
Que gane el mejor…
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