Ha llegado a oidos de BocaNegra que los empleados de una conocida empresa de RRHH han estado a punto de ‘nadar’ en su oficina central. ¿Los motivos? Una inundación que puso todo patas arriba. Lo que comenzó como una leve filtración de agua derivó, en segundos, en una corriente incesante de agua a presión. El equipo, estupefacto, corría por encontrar alguna manera de frenar ese desastre: toallas, fregonas, paños… Todas las opciones eran fallidas, el agua no cesaba. Por suerte, tras unos minutos de tensión, finalmente paró.
Ahora tocaba restaurar la normalidad y reparar el desastre y, para ello, muchos sacaron al artista que llevan dentro para limpiar con toallas al ritmo del ‘chachachá’. Y ¡ojo a la técnica! porque fue todo un éxito. Las oficinas volvieron a quedar relucientes.
BocaNega ya se ha apuntado este nuevo y eficaz método de limpieza, por si las moscas…
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