Es lo que tienen los aparatos electrónicos: cuando todo va bien son una maravilla. Pero ay cuando se estropean… el problema que nos crean es de los gordos. Y es que además de los rompecabezas que tienes que hacer para salvar la información e intentar buscar una solución, pierdes un día entero entre actualizaciones y demás contratiempos.
¡Un martes perdido!
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