La envidia es otra pandemia con la que convivimos desde tiempos remotos; una enfermedad que, para muchos, no tiene cura. Ejemplo de ello es este director, que se mueve por el mundo de los RRHH como un autentico hacker.
En cuanto ve el éxito de sus adversarios no pierde el tiempo para intentar sabotear sus triunfos, y da igual si para ello tiene que pegarse el madrugón del siglo.
Eso sí, es un hacker con técnicas muy curiosas, porque su manera de actuar no es que sea ‘bajo las sombras’, al contrario, va dejando huellas allí por donde pasa. Un ‘anonimous’ no tan anónimo para el sector de los Recursos Humanos.
Como sacado de una película de Mr. Bean, este singular hacker va de hiriente y lo que da es…risa.
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