Que sus formas dejan mucho que desear es algo conocido por todos los que la han padecido, y los que la están padeciendo, en las distintas empresas por las que ha pasado.
Pero su capacidad de traición y su desmesurada ambición es algo que no tiene límite y que, antes y ahora, se está demostrando.
Hay algunos comportamientos que, por mucho que se intente, no tienen remedio.
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