Esto es un arte de la comunicación: comunicar primero lo malo para maquillar, que no esconder, aquello que no nos gusta tanto. Esta es la estrategia de nuestro protagonista, tan lícita como llena de optimismo, para tratar de que las malas nuevas no lo sean tanto y se asimilen de la mejor forma posible.
¡Buena estrategia!
Los comentarios están cerrados.