Regresaron ayer lunes a la oficina tras varias semanas (Navidades y Filomena de por medio) sin pisar la oficina y lo han notado. Estaba todo prácticamente congelado, desde los equipos informáticos, pasando por paredes , muebles… y todo ello en un ambiente gélido que ni la calefacción ha podido aliviar.
¡Han pasado la depresión post-Filomena!
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