Un despiste lo puede tener cualquiera pero eso no basta. Este reputado periodista ha cometido la peor falta de ortografía de su vida y eso le fastidia ya que, al menos en ese sentido, suele ser muy exigente. Cambiar una v por una b hace daño hasta la vista aunque con estas neVadas que están cayendo se le puede perdonar.
¡Ni una vez más eso sí!
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