Hartos del confinamiento, del teletrabajo, del estrés… estos trabajadores han acordado un viaje sin fecha de regreso a una isla desierta. Un silla, vistas a la nada y una cabina telefónica, a la vieja usanza, por si acaso pasara algo y a vivir la vida con mucha más tranquilidad. Eso sí, nada de juntos: cada uno en una isla diferente o, al menos, en puntos opuestos del mismo territorio. ¿Lo cumplirán?
¡Me da que durarán 2 días contados!
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