Sin saber muy bien en qué consiste ese trabajo, ha leído las condiciones, tal y como las venden, y todo indica a que es el trabajo de su vida. Más si cabe en plena época de coronavirus, un momento de gran incertidumbre laboral y económica.
Y es que trabajar tres meses y luego vivir todo el año…
¡quién no lo firmaría!
¡No será tan bonito como lo pintan…!
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