En realidad poco podemos decir, no sabemos la respuesta. Lo único cierto es la incógnita que mantiene esta directora financiera acerca de su ‘enemistad’ con las videollamadas. Y ahora que está casi todo el mundo teletrabajando… es un problema. No da explicaciones ni tampoco aparece por cámara. Será que prefiere el cara a cara o cuerpo a cuerpo, o quizá trabaje en pijama y pantunflas y de ahí la incomodidad de que la vean. Como siempre, con mucho cariño.
¿Cuál será la razón?
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