Como si se tratase del mejor agente secreto del mundo, este alto directivo de los recursos humanos, en sus ratos libres y fuera de horario laboral, se dedica a ejercer de espia, investigando que es lo que hace la competencia, aunque no sea mercantil.
Y es que, aunque suene a broma, es algo demasiado serio como para que se lo tomen como lo han hecho.
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