A través de un correo cariñoso y meloso trata de camuflar el marrón que acaba de lanzar. Ya había una así, curiosamente del mismo departamento, y ahora, la historia se repite. Eso sí, sus compañeros ya parecen haber captado el asunto y no se van a dejar engañar fácilmente… O sí porque, al final, en todo equipo de trabajo, como en toda gran familia, la ayuda mutua debe ser constante.
¡La nueva brownies!
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